jueves, 25 de septiembre de 2014

El Deber - Sathya Sai Baba

Las personas hoy en día depositan su fe en el mundo efímero e irreal, y se olvidan de Dios, que es la encarnación de la verdad. Esta es la causa fundamental de todas las penas y dificultades que enfrenta la humanidad. Ustedes dicen que están pasando por dificultades. ¿De dónde han venido? Las dificultades son las consecuencias de los propios hechos y pensamientos pasados. Todo en este mundo es susceptible de cambio. Dios es el único principio inmutable. ¿Para qué es la vida humana, después de todo? ¿Es sólo para comer, beber, dormir y finalmente morir? De ser así, ¿puede la vida humana denominarse sagrada? En el momento del nacimiento todas las personas son puras y sagradas. A medida que crecen, pierden gradualmente esta pureza. ¡Esto no debe ser así! Siempre hay que mantener la propia pureza. Instalen al Dios inmutable y eterno en el altar de sus corazones sagrados y ofrézcanle su amor a Él. De esta manera, podrán experimentar la bienaventuranza. Este es el principal deber de todo ser humano.