martes, 5 de abril de 2011

El cortisol y estrés

El cortisol es una hormona esteroidea del grupo de los glucocorticoides, del que es el máximo representante en el cuerpo humano y cuya función primordial es la de subir los niveles de glucosa en sangre (en oposición a la acción de la insulina), que el cuerpo humano produce en la corteza suprarrenal.

El cortisol es considerado como la hormona del estrés, ya que su producción se incrementa ante situaciones de emergencia para mejorar la respuesta del organismo al peligro.

Cuando el cerebro percibe peligro y/o estrés físico, mental o emocional, emite una orden por medio de la hormona hipofisiaria ACTH (encargada de regular la liberación de cortisol) a la corteza suprarrenal para que segrege cortisol a la sangre, hormona que facilita la liberación de grandes cantidades de glucosa al torrente sanguíneo para que los músculos cuenten con toda la energía posible para poder realizar los esfuerzos necesarios, de cara a superar dicha situación de alarma.

En esta situación se suspenden todas las funciones constructivas de renovación, regeneración y creación de tejidos, para pasar a un estado de emergencia en el que se destruyen tejidos para resolver el problema.

En condiciones normales, las situaciones de estrés son puntuales, y por eso cuando acaba el riesgo los niveles fisiológicos y hormonales vuelven a la normalidad.

Sin embargo, en los tiempos que vivimos, el estrés es nuestro fiel compañero de viaje y los niveles de cortisol en sangre crecen provocando ciertos desequilibrios en el organismo, ya que en su intento de asegurar un aporte constante de glucosa al cerebro, el cortisol tiene que sacrificar tejidos, ácidos grasos o incluso impidiendo que la glucosa llegue a otros tejidos.