miércoles, 30 de marzo de 2011

Triglicéridos o colesterol

Cuando la persona come, los triglicéridos se combinan con una proteína en su sangre para formar lo que se llama lipoproteínas de alta y baja densidad. Estas partículas de lipoproteínas contienen colesterol. Para formar triglicéridos en el hígado el proceso es similar; el hígado toma los carbohidratos (incluido azúcares) y proteínas sobrantes de la comida y los cambia a triglicéridos. Esta grasa entonces se combina con proteína y colesterol para formar lipoproteínas de muy baja densidad, que son liberadas al torrente circulatorio, pero como el colesterol puro no se puede mezclar o disolver en la sangre, el hígado empaqueta el colesterol con los triglicéridos y las proteínas en transportadores llamados lipoproteínas para ser guardados en células grasas a través de todo el cuerpo.

Los triglicéridos son las reservas del cuerpo en forma de grasa, guardados para su uso como energía. Enfermedades como la diabetes, la obesidad, la insuficiencia renal o el alcoholismo pueden causar de estos.

Tanto los triglicéridos como el colesterol son sustancias grasas conocidas como lípidos. Los triglicéridos son grasas, el colesterol no lo es. El colesterol es una sustancia cerosa y sin olor hecha por el hígado. Es una parte esencial de las partes celulares y los nervios. El colesterol también juega un rol importante en las funciones del cuerpo tales como la digestión y la producción hormonal.

Peligros
Muchas personas con los triglicéridos elevados también tienen altos niveles de LDL y bajos niveles de HDL, los cuales son conocidos como factores de riesgo para los ataques al corazón y enfermedades del corazón. Otros problemas de salud relacionados incluyen la diabetes, hipotiroidismo, presión sanguínea alta, pancreatitis, obesidad y enfermedades crónicas del riñón, el hígado y el sistema cardiovascular.

Un exceso en este tipo de grasa puede contribuir al endurecimiento y el estrechamiento de las arterias. Eso lo pone en riesgo de tener un infarto o un ataque cerebral (isquemia).

Para evitar esto
Se recomienda disminuir la ingestión de carbohidratos y azúcar, el consumo de grasa total y saturada y consumir altas tazas de ácidos grasos omega-3. Evitar el consumo de alcohol y medicamentos que los contengan o esteroides que favorezcan su síntesis. Si con estas medidas y cambios en hábitos alimenticios no disminuyen los niveles, se aconseja un tratamiento con medicamentos tipo ácido nicotínico y Gemfibrozil.
NOTA: Se debe advertir si sufre de enfermedades hepáticas, diabetes, gota, úlceras, arritmias cardiacas en caso de tomar ácido nicotínico.